Una vivienda en el casco antiguo, en una de las calles más antiguas, cerca de la plaza de la iglesia y el ayuntamiento, en una parcela muy irregular y con muros preexistentes de piedra ostionera y con fachada orientada al norte. Así comenzó este proyecto en el que resolvimos el programa recibido por el cliente creando un patio interior con mejor orientación sobre el que se volcara la vivienda y dándole a este patio un carácter que recuerda al de las viviendas de nuestras abuelas, en donde la vida transcurría entre la cocina y el patio. 

Exteriormente se busca integrar el edificio en el entorno, respetando los elementos compositivos tradicionales de las viviendas del casco antiguo sin caer en imitaciones o pastiches. Tanto la fachada a la calle como la interior se resuelven con un zócalo a modo de basamento, una fachada blanca lisa en la que se reparten los huecos dándoles equilibrio y proporciones en base a los requerimientos de la normativa y rematando el conjunto con una cornisa que encuadra los huecos de cada fachada.